La diabetes mellitus (DM) es una de las enfermedades crónicas más comunes en casi todos los países. En México, se estima que para el 2030 existan 16.4 millones de personas con esta enfermedad. La retinopatía diabética (RD) es una afección ocular derivada de la DM, causada por niveles altos de azúcar en la sangre, la cual puede provocar pérdida de la visión e incluso ceguera. Datos reportados por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) muestran que la visión disminuida es la complicación mayormente reportada por los diabéticos en México, lo cual muestra la importancia de atender este tipo de afecciones para reducir la ceguera producida por la RD.
Este padecimiento crónico y progresivo tiene una prevalencia de 31.5 por ciento en México, y en los países industrializados se ha convertido en la causa principal de pérdida visual parcial y de ceguera en los adultos. Ante la falta de síntomas al inicio de la enfermedad, es importante el examen oftalmológico por lo menos cada seis meses. La detección oportuna facilita el tratamiento para reducir la pérdida visual y por ende la ceguera.
Personas con Diabetes Mellitus de edad laboral
Actualmente tanto la norma oficial mexicana NOM-015-SSA2-2010, enfocada en la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus, así como las guías de práctica clínica, indican que la detección de la patología se realice por exploración del fondo de ojo bajo dilatación pupilar por un oftalmólogo siguiendo dos esquemas principalmente:
Diabéticos Tipo 1
Para las personas diagnosticadas con diabetes tipo 1 antes de la pubertad, la detección de
retinopatía diabética se debe iniciar en la pubertad con seguimiento anual, a menos que existan
otras consideraciones que sugieran la necesidad de un examen antes.
Para las personas con diabetes tipo 1 diagnosticada después de la pubertad, la detección de
retinopatía diabética debe iniciarse 3-5 años después del diagnóstico de la diabetes y
posteriormente cada año o antes de ser necesario.
Diabéticos Tipo 2
Las personas con diabetes y buen control metabólico que no tengan lesiones por retinopatía
diabética en el examen inicial (al momento del diagnóstico), deben hacerse un examen de fondo de ojo bajo midriasis medicamentosa por lo menos cada dos años. En pacientes conocidos portadores de diabetes mellitus con revisión inicial (al momento del diagnóstico) sin retinopatía diabética y que tienen mal control metabólico deberá ser evaluados una vez cada año.
Diabéticas Embarazadas
Las pacientes con diabetes tipo 1 o tipo 2 que están considerando embarazarse deben ser
aconsejadas para someterse a una evaluación oftalmológica antes de intentar concebir. Además,
deben llevarse a cabo evaluaciones durante el primer trimestre y como se indica por la etapa de la
retinopatía y la tasa de progresión durante el resto del embarazo y durante el primer año posparto.
La literatura coincide en que aquellas pacientes diabéticas que desean embarazarse deben
realizarse la primera evaluación de fondo de ojo como parte del protocolo de inicio del embarazo y el seguimiento será de la siguiente manera de acuerdo al resultado de esa evaluación inicial:
· Sin retinopatía, evaluación a las 28 semanas
· Con retinopatía leve a moderada, evaluación entre la semana 16 y 20
· Con retinopatía severa o proliferativa evaluación a las 12 semanas
En pacientes con retinopatía diagnosticada durante el embarazo deben tener una evaluación de
fondo de ojo 6 meses después del nacimiento del bebé.
DIAGNÓSTICO Las personas que se diagnostican diabéticas deben someterse a su primer
examen de retina al momento de confirmar ser portadoras de diabetes mellitus.
Como se aprecia en el “deber ser” existe la indicación de realizar el tamizaje, sin embargo,
prevalece la Retinopatía Diabética como una de las principales causas de ceguera en el adulto, lo
que denota fallas en la detección temprana y, por ende, en el proceso.
En este momento la detección se realiza en las unidades de primer nivel, donde si detectan alguna
anomalía o el paciente diabético refiere problemas de visión, son remitidos de inmediato a un
segundo o tercer nivel de atención para su valoración, en el primer nivel de atención es realmente
poco lo que los médicos pueden hacer para detectar oportunamente.
Aunque normativamente la indicación existe, se requiere de un mayor seguimiento y métodos de
tamizaje más factibles, acordes a la realidad e infraestructura disponibles.
Se requiere un programa de tamizaje de RD en primer nivel de salud, en donde los pacientes podrán llegar a una revisión visual y un sistema informático transferirá sus fotografías de fondo de ojo al Departamento de Graduación de Retinopatía Diabética. Este departamento es asistido por graduadores certificados y un sistema de IA, que ayudan a determinar el nivel de RD del paciente con la finalidad de transferir a un hospitald e segundo nivel aquellos casos que tengan un nivel de RD avanzado para un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno.
En las consideraciones clínicas, la norma oficial mexicana NOM-015-SSA2-2010 y las guías de práctica clínica de RD nacionales.
Programa de tamizaje de mala calidad, ausencia de protocolos y procesos en el programa considerando la IA, gobernanza de datos, sensibilización del personal y de los pacientes.
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Cómo mejorar la intermediación laboral en los servicios de empleo
Guía para gobiernos
El objetivo de este documento es ayudar a los responsables de formular proyectos con IA durante su conceptualización y diseño, así como a liderar posteriormente su ejecución y monitoreo.